COORDINADO POR TINO PERTIERRA
• Numero 9
Desde aquí abajo

David Fernández García

Menudo cuento

César Fernández

Aquí Ribono

Emilio Fernández García

Signos del alma

Roxana Herrero

Alma de poeta

Matilde Suárez

El Mirador

José Feíto

El hombre tranquilo

José Luis Santos

Cosas de pulpos

Ana Pérez

Rarezas

María Antonia Goás

Yas entre amigos

Yasmina Suárez González

RAREZAS

El metro es la diezmillonésima parte...

Aún recuerdo a mi abuela, a punto de cumplir 90 años, manejando con soltura pesos, medidas y libros de contabilidad. Utilizaba la balanza romana con la misma habilidad que los vendedores y vendedoras. Todos ofrecían sus víveres de casa en casa poniendo en un plato las pesas y en el otro los productos. Parecía imposible que el fiel quedara centrado pero lo conseguían con rapidez. La medida de terrenos, huertas, montes y solares tampoco se le resistía. Calculaba en áreas, hectáreas y “ferrados” mentalmente sin equivocarse.  En el libro de contabilidad anotaba los ingresos y gastos diarios. Estaba entrenada desde joven. Se había quedado viuda antes de los 40 años con trece hijos a los que sostener y un barco pesquero tripulado por hombres que seguían sus indicaciones. Fue una “madre coraje” que vió marchar hacia América tres hijos y una hija. Eran los años 40 del siglo pasado. Las habilidades de mi abuela eran compartidas por casi todos los habitantes de la aldea.
 Desde entonces los descubrimientos se suceden de una manera vertiginosa y nos vamos adaptando a ellos en proporción inversa a las edades. Se multiplican las posibilidades del conocimiento a todos los niveles pero, a veces, observo un retroceso en ciertas habilidades que no deberían ser olvidadas.  Es cierto que una imagen vale más que mil palabras, según Mc Luhan, pero...
         El campo de fútbol como unidad de superficie, este es el tema que me asombra. Comento algunas noticias de prensa:
Protesta de un lector (La N. España, 15-10-2006) ante la pretensión de explotar una mina de oro a cielo abierto en Salave: “Para llevar a efecto la explotación se precisaba hacer un gran agujero de 600 metro de diámetro y 200 de profundidad, )unas 28 hectáreas de superficie, o sea lo que ocupa el césped de unos 28 campos de fútbol) y una escombrera al sur del pueblo de Salave con un tamaño de 120 a 180 hectáreas (120 a 180 campos de fútbol”). Este señor maneja el metro muy bien y, además, aparenta conocer las medidas de un campo de fútbol.
         Una querella presentada para impedir que la Autovía del Cantábrico discurriera por la Ería de Andrín,  le sirve a un periodista para escribir que este es un paraje con una extensión similar a 70 campos de fútbol.
         Podría seguir con la extensión del futuro Hospital de Asturias, la enorme superficie quemada en Galicia, el área que ocupará la urbanización de San Martín del Mar(Villaviciosa) equivalente a 2 millones de metros cuadrados, dice el periódico que es semejante a 300 campos de fútbol, pantanos etc. La última es de este sábado 2  de junio: comenta un científico que un asteroide impactará contra la Tierra y su tamaño puede ser desde 500 metros, supongo que cuadrados,  a varios kilómetros. Para evitar este impacto tratan de enviar una nave mayor que el asteroide para que la fuerza gravitacional consiga arrastrarlo. El problema es que la mayor estructura que se ha logrado lanzar al espacio es del tamaño de un campo de fútbol.
         Como no me gusta este deporte ignoro las medidas de un campo. Recurro a Internet para resolver mis dudas. Esto es lo que leo:
         Medidas de un campo de fútbol:
         Máximas: 120m de largo x 90 de ancho (partidos nacionales)
         Mínimas: 90 x 45 m. (partidos nacionales)
         Máximas: 110 x 75 m. (partidos internacionales)
         Mínimas (100 x 64 m. (partidos internacionales)
         Consulté a varios amigos sobre el tamaño del campo de fútbol tomado como referencia y a ninguno parece importarle. Dicen que así visualizan las extensiones, aunque no sean precisas, sin necesidad de hacer cálculos engorrosos. Tendrían que explicar la medida aplicada. Si no fuese así,  y avanzase la idea del campo de fútbol como unidad de superficie, imagínense lo que ocurriría si   llegasen a decir que el tamaño de una vivienda es la nosécuantasava parte de un campo de fútbol. Es decir, los 28 metros cuadrados, mínimos autorizados para una mini vivienda en Asturias,  podrían quedar reducidos al de un futbolín si toman la medida de un campo mínimo de partidos nacionales. ¡Qué imprecisas son algunas cosas!
         A mi abuela nunca se le hubiera ocurrido lo de los campos de fútbol, y no por falta de imaginación.
 En mi aldea se jugaba al fútbol en la playa, siempre con marea baja, y la medida  aproximada se hacía por zancadas. Si esta era infantil el niño tenía que caminar más hasta alcanzar la medida considerada correcta por aproximación. A los adultos les bastaba con unas cuantas zancadas menos. Y todos tan contentos.
         Yo voy a seguir calculando por metros como hacía mi abuela y me enseñaron en la escuela. La primera vez que imaginé los campos de fútbol verdísimos, regadísimos y cuidadísimos sobre la tierra calcinada de mi querida tierra gallega me entró una envidia que todavía padezco.


María Antonia Goás © 2007
Escaparate

por César Fernández

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