No significa la noche tanto como la ausencia de lo amado. Ni aquello que brilla da luz al oscuro sueño que mi dormir, atormenta.
Es una estrella sola, es un absurdo amor. Es celeste, frágil, imposible andar la llanura de lo etéreo.
Si fuera una bendición, serían mis pasos, seguros. Pero es esta pasión, maldita explicación del palpitar y tan ardiente como el Infierno mismo.
No sé de métrica en la poesía, no sé. Si estuviera mal escrito un poema o el verso testigo, no sabría darme cuenta, igual encontraría música y rima, y sentido a esto que digo y grito.
Es una estrella sola, solamente una. Único el sentimiento además, que el Cielo confiesa
dondequiera. Cuando miro, respiro o muero, allí está ella.
Encegueciéndome.
Es idéntica a la verdad oculta en el silencio de una mentira. Es tan real e inquietante que si desaparece, la noche no significa nada. La ausencia, todo.
Si pudiera robarle un rayo para alumbrar mi destino y así hallar el rastro de alguien, debiera ser, por mí, desconocido, si pudiera...¿Acaso lo haría?
Si pudiera evitar las sombras que han usurpado los espacios de mis hábitos compartidos.
Quisiera pescar en lo alto, arrojar la línea sobre el vacío y quitarle al firmamento un planeta donde mudarme con lo puesto.
Pero...Es una estrella sola colgada en un cuadro. Atolondrado, el corazón abrigó el deseo de capturarla y cazó el maleficio de su destello.
Los fantasmas lucen en los recodos de un cuarto. No dejes la habitación en penumbras cuando el dolor recorra tus entrañas. Buscará el recuerdo protegerte y no hará sino, estragos en tu alma. Lo sé muy bien ¿A quién le hablo? Intento responderme y obtengo un visado en mi error. Tonta obstinación.
No hay retorno posible. Ha quedado atrapada la esperanza en esa estrella sola. Y mi Fe se turba, otro es el tiempo que vivo. Planes no tengo. Ninguno.
Es celeste, frágil, imposible andar la llanura de lo etéreo pero en mis pies hay un mapa con las rutas que conducen, hacia aquel amor absurdo. De nuevo un pasaje al supuesto olvido.
¿Qué haré entonces? Si hay una estrella sola, tendrá otra cara para mostrarme.
Me quedaré aquí, perturbada por las noches. Oyendo la voz llamándome, rogando y pidiendo perpetuarse en mi interior.
Quizá una mañana, me obligue la libertad y quite la venda de mis ojos. Descubra que no he visto en el Cielo nada. Todo es imaginación. Y en mi imaginación está la rosa seca entre las páginas leídas de un libro y la carta fechada en un abril cualquiera, y la alianza, y un pasaje a las Bahamas y un beso en una copa con champagne, y una fotografía...Ha sido amor. Pintura fresca todavía.
CELESTE
Imagen: Estrella Sola I
Por Javier Victorero |